domingo, 8 de marzo de 2009

LA MANCHA SOBRE GALICIA



Ha pasado bastante tiempo desde el mayor desastre ecológico sufrido en Galicia, y la huella del Prestige sigue presente, condicionando la vida de los gallegos.

El 13 de noviembre de 2002 se dio la primera voz de alarma. Un petrolero con el estómago cargado de fuel pedía ayuda frente a las costas gallegas. La agonía se prolongó durante cinco días, hasta que finalmente a mediodía del 19 el barco se parte en dos y se hunde a poco más de 130 millas de Finisterre.A pesar de las más que optimistas previsiones del Gobierno central y autonómico, no dejó de escupir fuel.
Todos recordamos las imágenes. Playas DESTROZADAS, espesas olas negras, miles de voluntarios acudiendo desde toda España para pelearse con el chapapote en arenales y acantilados, pescadores desesperados, toda Galicia en las calles exigiendo responsabilidades con una sola voz. Y la absoluta indolencia tanto del Gobierno central, como de la Xunta de Galicia, que en su día hicieron lo imposible por esconder la gravedad de lo sucedido, mintieron a la opinión pública y entorpecieron en todo lo posible el esclarecimiento de los hechos. Todavía hoy, y pese a tratarse del mayor desastre ecológico que ha sufrido Galicia, no existe una comisión oficial para investigar qué fue lo que ocurrió durante los días que el Prestige estuvo deambulando frente a las costas, esperando un puerto de abrigo.
Llegó el verano y el pescado no aparece,¿que pasa con las playas? a pesar de la promesa del Gobierno y de la Xunta de que estarían listas para el 1 de julio, el gobierno gallego aun habiendose esfuerzado por retirar el fuel no consigue el resultado que esperaban.Se puede decir que la apariencia de la mayoría de las playas gallegas, o al menos de las más frecuentadas, era aceptable, pero los cuerpos al sol en bañador tendrian que seguir conviviendo con los trabajadores de mono blanco que remueven la playa en busca de "galletas". Por otra parte, pese al esfuerzo de la administración por animar al turismo a golpe de campaña publicitaria, los hosteleros se quejaban ya recién estrenado el verano de que las perspectivas de ocupación hotelera en la franja costera habían descendido sensiblemente con respecto a las cifras del año pasado.Eso sin hablar de los pescadores ,que si que sufrieron lo suyo,el gobierno dijo: el pescado esta bueno..Pero ¿ donde esta el pescado? para las capturas que habia no valia la pena salir a faenar .No habia pesca suficiente y nunca se planteo ningun tipo de indemnizacion.FUE MAYOR DESASTRE PARA GALICIA,Y AUNQUE AL PRINCIPIO TODOS ESTABAN CON LOS GALLEGOS,HOY EN DIA SEGUIMOS SUFRIENDO SECUELAS Y NADIE NOS HA DADO UNA EXPLICACION.





Ahora no pisamos pegotes de fuel( ni falta que hace) porque en algunas zonas aun hoy en dia el chapapote se ha fragmentado en partículas minúsculas. El resultado se ve en la planta de los pies descalzos: están negras después de una pequeña caminata por la playa. Donde trabajaban las máquinas de presión y las espátulas de los voluntarios,hay rincones de difícil acceso, rendijas inalcanzables por donde se coló el fuel.Pasaran muuuuuuchos años antes de que las playas gallegas estén lo "esplendorosas" que pregonaba Federico Trillo, pocas semanas después del hundimiento del Prestige.

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